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Mostrando entradas de 2018

La hermana - Araceli Otamendi

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Mientras camina rumbo a Florida ¡cuánta gente a esa hora! como siempre, piensa en la hermana. Hoy a las tres la operan, a corazón abierto. Estará pendiente de la operación. Y mientras toma un café parado en el mostrador  de la London, piensa en la hermana. ¿Cómo sacarse esa obsesión? Juana estaba muy gorda, piensa mientras degusta el café, está bien cargado, hoy lo pidió así, otras veces lo pide cortado. Si no fuera por  las responsabilidades del cargo hoy hubiera faltado, no tenía ganas de ir a la oficina, firmar, decidir, y sobre todo eso, decidir. A veces nota que le molestan los empleados, vienen con preguntas que ni él mismo sabe resolver. ¿Y qué sé yo? responde a veces. Y otras ¿venís con un problema? ¿y esta vez qué? Como ahora, cuando esa chica, tan inteligente golpea la puerta y él dice ¿quién es? Y ella, con la pollera a la rodilla y bien peinada, como lo exige la empresa, se sienta frente al escritorio abre una carpeta y le explica. Y habla y habla, pero él re

La profundidad de mi abismo - Magnolia Stella Correa Martínez

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No tengo la menor idea de dónde o cómo o en qué momento inicié este camino; no tengo el más remoto recuerdo de cómo o cuál fue el primer paso que di para adentrarme en este cruel e inhumano recorrido.  Sin embargo, y muy a pesar de su despiadada sevicia para conmigo, hoy en día tan solo puedo agradecer todos y cada uno de los pasos que me han llevado por este fantástico y enriquecedor sendero.  Son cerca de las 5:40 de la mañana; ya está empezando a despertar el día, ya se dejan ver los primeros rayos amarillos dibujando algunos ilegibles trazos en el horizonte por detrás de la montaña, anunciando la milagrosa y generosa llegada del astro rey que poco a poquito se asoma para iluminar y calentar esta cara del planeta.  Yo voy caminando sin darme cuenta, voy charlando con una maestra sin saber conscientemente  desde dónde venimos juntas y mucho menos sé en qué momento nos encontramos; solo soy consciente de que voy por mi camino con esta agradable ilustrada.  Esta maestra amiga se

Una estampida familiar (y una historia extraordinaria) - José Respaldiza Rojas

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                                    Elevo el rostro y diviso entre los anaqueles de mi biblioteca, una especie cofre pequeño, con la curiosidad a flor de piel avanzo hasta llegar a él, lo abro y lo encuentro repleto de fotografías antiguas, papeles con anotaciones y de pronto veo un sobre filatélico, fechado en 1947, donde aparece la dirección de la vivienda de María Santitos Chirinos, mi bisabuela materna, que radicaba en Buenos Aires. Cierro los ojos, me meto en el túnel de tiempo y me transporto a esa fecha. Nosotros vivíamos en el jirón Manuel Segura, en la Quinta Zelmi, en Lince. Un buen día mi madre acicaló a mis dos hermanos y a mí,  para ir a casa de mi abuela materna, en el jirón Guzmán Blanco N° 140  y no era para menos había llegado de la Argentina, mi tío abuelo Huberto Rojas Chirinos. El comedor muy amplio contenía una mesa larga que daba cabida a unas treinta personas. Presidía la mesa precisamente mi tío abuelo, era un varón de mediana estatura, piel cobriza clara,

Y le llamaban Gardel- Dolores González Opazo

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Corría el mes marzo, un aire suave y dulzón con sabor a viña y uvas maduras invade las calles del viejo pueblo de naranjos y viñedos, y un viejo caminante de esos que aparecen de vez en cuando en tiempo de vendimia, aparece un día cualquiera con su bolsa quintalera colgada de su hombro en las polvorientas calles del pueblo. Son los días en que mucha gente afuerina aparece por el lugar, pero él era diferente el era... Gardel. Su vestimenta era impecablemente limpia, si hasta parecía que antes de entrar al pueblo, él se había acicalado finamente como para una buena presentación. Solo su vieja y gastada bolsa en el hombro indicaba que era desde hace mucho tiempo un caminante. Con una particular y extraña forma de caminar, que parecía invadir todo el espacio para él solo, abriendo los brazos a cada paso lento que daba, y un marcado acento argentino, pidió en el fundo cercano trabajo como gamelero. Nadie sabía su nombre solo se hizo conocido tiempo después como Gardel. En poco tiempo se