Sofía Santaclara
Lacrimatorio
Hoy se ha roto el frasco de las lágrimas, hace algún tiempo decidí que algo que dolía tanto debía de ser valioso, dolor en esencia, y se me ocurrió coleccionar lágrimas, las vertía ahí, en un antiguo frasco de perfume, alargado y transparente, ese cristal que tanto me gusta, el sistema era sencillo, sólo tenía que encajar mi ojo en su boca y arrastrarlo con cuidado, por mucho que me pareciese que había llorado, apenas aumentaba el volumen, deben de ser densas mis lágrimas. Era su castigo, hacerlas cautivas, como si de una pócima se tratase, me gustaba observarlas dolor en estado líquido.
Hoy
necesité usarlo y me escondí con él y me resbaló de las manos y se rompió y me
quise morir de la rabia, o de la pena, todas por el suelo, derramadas por
segunda vez, y quise llorar, y no pude llorar, pues no tenía donde guardarlas y
las necesitaba con las otras, todas mezcladas, todas distintas, cada una de un
sitio, porque las hay que duelen en el pecho, en la cabeza, las de hoy dolían
en la garganta, dolían mucho y las tuve que tragar.
(c) Sofía
Santaclara
España
(c) de la fotografía y del relato Lacrimatorio: Sofía Santaclara
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